La tasa de alcohol permitida es de 0,25 mg/l en aire espirado o de 0,5 g/l de alcohol en sangre en el caso de los conductores en general. Pero si se trata de conductores profesionales o noveles, el límite se sitúa en los 0,15 mg/l en aire espirado y 0,3 g/l de alcohol en sangre. Superar dichos límites implica la retirada de 4 puntos del carné y una sanción de 500 euros.